viernes, 3 de junio de 2011

Entrenamientos, lesiones y Ultra 6 Horas Valencia

Han pasado casi seis meses desde el GR10 Xtrem. La segunda edición fue una buenisima experiencia, mejorando en una hora y media el tiempo de 2010. Desde entonces y hasta mayo he tenido que sufrir las consecuencias de un mal entrenamiento.



La recuperación de aquel GR10 fue muy rápida, tanto que a los quince días estaba haciendo series en un exceso de confianza. Primera sesión, bien. Segunda sesión, lesionado. Una sobrecarga en el tibial provocada por el esfuerzo excesivo en las series, a lo que añado el mal tratamiento en la recuperación, calzado inadecuado y falta de descanso provocan que no pueda volver a hacer un entrenamiento en condiciones hasta el mes de mayo.

El mes de febrero transcurre con la mayor frustración de ver como no consigo rodar más de cinco kilómetros sin dolor. A pesar de todo mantengo la inscripción a la Ultra 6h de Valencia, el 6 de marzo, y enfoco las sesiones para conseguir hacerla. Reduzco ritmos y kilometraje semanal hasta la última semana, cuando hago un entrenamiento de más de treinta kilómetros para evaluar la posibilidad de hacer la carrera. Terminamos la sesión con un ritmo más alto del que me conviene, pero me da confianza para afrontar la Ultra 6h con cierta seguridad.

El 6 de marzo es la cita. Un circuito de tres kilómetros durante 6 horas. Expectativas: alcanzar alrededor de 65km. Condiciones: escasos entrenamientos y con la lesión del tibial acechando. Resultado: 61km y arrastrando la pierna izquierda, consecuencia lógica de correr protegiéndome contra la lesión del tibial derecho.

La insensatez de haber corrido esta carrera sin estar en condiciones no tiene, afortunadamente, consecuencias graves. Podría haber acabado en el trauma, o algo peor, pero finalmente pasó con una simple recuperación de dos meses, durante los cuales fue remitiendo la lesión del tibial.

Los entrenamientos quedaron reducidos al mínimo, un rodaje de recuperación semanal de apenas una hora, limitado siempre por la aparición del dolor. Llego incluso a dejar el entrenamiento durante dos semanas, a mediados de abril, y solo a partir de entonces empiezo a progresar.

Comienza mayo y la recuperación ya es evidente. Cuatro sesiones por semana e incrementando el kilometraje, aunque manteniendo ritmos muy suaves. En la tercera semana alcanzo los 80km semanales, ahora se trata de mejorar los tiempos trabajando los cambios de ritmo y manteniendo un volumen alto. Incluso me permito una sesión de series, las mismas que me provocaron la lesión, pero sin forzar las repeticiones. Hago un 2 x 800 en 3’ con recuperación de 400 entre series en otros 3’. La media de pulsaciones para la actividad total (800 + 400 + 800 + 400) es de 160. El objetivo es volver a disfrutar de la velocidad (a mis años…) que siempre ha sido mi asignatura pendiente. Correr a 3’45’’ por km (modestos pero muy exigentes para mi aunque solo sea en 800m) es algo que no se consigue con rodajes y ayuda a ganar potencia, pero, sobre todo, proporciona muy buenas sensaciones y confianza en carrera.

Han sido cuatro meses difíciles con una lesión y una carrera (la Ultra 6H) que no debió ser, pero con la satisfacción de haber superado el problema y aprender de la experiencia.